Es un proceso para realizar un corte, cavidad, foso o depresión artificial en una superficie de suelo, formado por el retiro de la tierra, a través de maquinaria pesada como la retroexcavadora. Los riesgos existentes en este tipo de trabajo son: inundación, vuelco, caída de objetos, atrapamiento, exposición a agentes químicos y descargas eléctricas.